Seis proyectos interdisciplinarios son presentados tras coordinación académica de la Facultad de Ingeniería

Estudiantes dieron a conocer sus ideas de negocio luego de potenciar sus competencias en  innovación y emprendimiento.

 Estudiantes del proyecto Jellu durante su presentación

Tras una coordinación académica entre la Escuela de Ingeniería Bioquímica (EIB), la Escuela de Negocios y Economía (ENE), y el Área de Formación, The Lift, de la Facultad de Ingeniería, se presentaron seis proyectos interdisciplinarios de estudiantes de la universidad. La instancia, buscó potenciar las competencias de los estudiantes en las áreas de I+D+i+e+TT y es parte de los esfuerzos de la Facultad en el marco del Proyecto Ingeniería 2030. 

Los pitches fueron presentados en el Auditorio de la ENE de la PUCV y tuvieron un fuerte énfasis en productos alimenticios, donde estudiantes de ambas escuelas recibieron retroalimentación por parte de un jurado compuesto por los profesionales Andrea Ruíz, Paola Puarria, Katherine Westerhout, Nicolás Ateaga, Pablo Escárate, Cristián Flanagan y Pablo Zamora

Durante la ocasión, los académicos mencionaron la relevancia del trabajo interdisciplinario  y cómo eso dio origen a cursos orientados a mejorar las competencias de los estudiantes. Para Paola Puarria, Jefa de Docencia de la EIB y académica del proyecto, potenciar la Innovación y emprendimiento es algo vital para el proceso formativo:

Para nosotros esto es muy relevante. Hemos visto cómo, muchas veces, buenas ideas quedan en buenas ideas. A veces, ya sea porque no está en el ADN de los chicos o porque no está en el plan de estudios, sus esfuerzos van hacia otros puntos. Llevábamos bastante tiempo queriendo darle salida a esto, y veíamos que necesitábamos una alianza con otros especialistas. Por eso, cuando llegó la oportunidad de vincularnos con Ingeniería Comercial, lo vimos como algo maravilloso. Mediante la transferencia tecnológica estas buenas ideas pueden llegar a las personas”, explicó.

Académicos de la ENE, EIB y The Lift fueron parte del jurado

SEIS IDEAS PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA

El primer proyecto lleva por nombre “Stressless”. Se trata de una barra nutricional con ingredientes de origen natural que busca combatir los efectos del estrés. La barra cuenta con nutrientes como magnesio, antioxidantes y lavanda para lidiar con esta condición, y busca presentarse en un formato doble, para día y noche. Los estudiantes se asesoraron por psicólogos, nutricionistas y farmacéuticos para entender el estrés, dando con la fórmula exacta para ayudar al consumidor. Durante su presentación, mencionaron que se encuentran buscando inversionistas para materializar la idea.

El grupo dos fue “Jellu”, una gelatina que viene a resolver la problemática de la deficiencia de hierro, puesto que, en cifras recogidas por los estudiantes, una de cada tres personas sufre deficiencia de este mineral en el mundo, afectando la energía y salud de los mismos. Jellu busca hacerse cargo de este problema de una forma simple: una gelatina fortificada con hierro, ácido fólico y vitamina C. En esta línea, la siguiente propuesta fue “Gomi-chú”, otra gelatina, pero esta vez basada en ingredientes vegetales, a diferencia de las tradicionales que se fabrican principalmente de colágeno de origen animal. La forma que estos alumnos encontraron fue fabricarlas con ingredientes como agar agar, una alga que crea la consistencia del producto. 

En este mismo marco, la cuarta propuesta también involucró el uso de algas. “Algavida” fue otro de los proyectos presentados, un hummus en base a cochayuyo para busca crear un súper alimento orientado a deportistas y personas que necesitan suplementarse con altas cantidades de fibra. De forma similar, “Blendit”, el quinto proyecto, fue una bebida que funciona como suplemento alimenticio, dado sus componentes en base a poroto de soya y nueces. Lo novedoso es que viene fortificada con calcio, proteína vegetal, creatina y aminoácidos, para volver un proceso engorroso en algo práctico y sencillo. 

El último proyecto fue “Rapidosos”, quienes se ganaron el reconocimiento como mejor pitch por el jurado. Se trata de fideos instantáneos en base a garbanzos, al estilo de marcas clásicas como Maruchan, pero con una propuesta basada en la salud y el sabor. El eje de los estudiantes fue poner énfasis en un producto de bajo índice glucémico, a modo de hacerlo apto para personas con trastornos asociados. Durante el proceso, los estudiantes se asesoraron por marcas para entender el tipo de negocio a nivel internacional y cómo podría ser implementado en el país. Martín Jiménez, de Ingeniería Civil Bioquímica, explicó cómo fue trabajar con otras escuelas y lo que tienen en mente para “Rapidosos”:

Hemos aprendido harto trabajando en conjunto con la Escuela de Negocios. Veníamos trabajando en esta idea desde el semestre pasado. Entonces, tuvimos que presentarla a Ingeniería Comercial, mediante la grabación de un pitch donde tuvimos que ‘vender’ la idea. Al mismo tiempo, ellos tuvieron que grabar otro pitch diciendo por qué querían comprar la idea. Ahí hicimos el match y comenzamos a trabajar en conjunto. Luego de este reconocimiento, tenemos la intención de seguir con el desarrollo y entregar el mejor producto final”, expuso el estudiante que trabajó junto a Javiera Iskandar, Alan Davis, Felipe Fuentes, Anais Fernández, Nicolás Luzzi, Richard Lafuente, Agustín Loredo y Monserrat Bernal.

Proyecto “Rapidosos” ganaron el reconocimiento como mejor pitch.

EMPRENDER CON FORMACIÓN

Para la materialización de estos proyectos, fue fundamental el apoyo del Área de Formación de la Facultad de Ingeniería, The Lift, instancia del Proyecto Ingeniería 2030, que busca entregar conocimientos en etapas iniciales y propiciar la creación de emprendimientos de base tecnológica con alto impacto. Para Katherine Westerhout, Coordinadora The Lift,  desde el departamento se busca hacer énfasis en este tipo de instancias, mediante talleres de identificación de problemáticas, propiedad intelectual y áreas claves para el desarrollo de proyectos como los presentados:

The Lift acompaña a los académicos dentro de sus cursos en el desarrollo de las competencias en innovación y emprendimiento. Para poder definir un producto que sea comercialmente viable es fundamental que se defina bien cuál es la problemática que se está abordando, cuales van a ser los potenciales clientes y, en base a eso, diseñar la solución. Si no se parte de esa base, no hay modelo de negocio sostenible en el tiempo”, explicó la profesional, agregando que existen fondos propios que se entregan dentro del torneo Lift me Up, como también otros a nivel universidad, ejemplificando con los concursos de innovación CREA y Desarrolla.

En esto también estuvo de acuerdo, Cristián Flanagan, Doctor en Administración de Negocios y académico de la ENE, quien lideró los esfuerzos para materializar la instancia. “Siento que Valparaíso se está deteriorando económicamente y eso me lleva a pensar en cómo podemos aportar. Yo veo que esta universidad tiene un gran potencial, donde confluyen diversas disciplinas que pueden trabajar juntas. Nuestros estudiantes tienen ese potencial para poder avanzar”, finalizó enfatizando en cómo desde la innovación se puede ayudar al desarrollo de las ciudades.

Profesor Cristián Flanagan exponiendo la relevancia de la innovación.

Comunicaciones Facultad de Ingeniería PUCV.


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